¿Cómo sabemos que se aproxima la Navidad?
No la podemos percibir con los ojos,
pues los días y las noches transcurren como siempre,
y los hombres viven y se ocupan de sus asuntos como de costumbre.
No se le puede escuchar con los oídos,
pues son siempre los mismos ruidos los que resuenan:
los automóviles que pasan, los aviones que aterrizan,
los niños que gritan, y así por el estilo.
Y sin embargo, cuatro semanas antes de Navidad
pasa algo muy importante:
un gran ángel desciende del cielo para invitar
a los habitantes de la tierra a preparar la Navidad.
Este ángel viste una gran capa azul, tejida de silencio y de paz.
La mayoría de la gente no le percibe,
porque están muy ocupados en otras cosas,
pero el ángel canta con voz profunda,
y solamente aquéllos que tienen
el corazón atento pueden escucharlo.
Su canto dice así:
El cielo viene sobre la tierra,
Dios viene a habitar el corazón de los hombres,
¡poned atención!
¡abridle la puerta!
Y así es como en este día
el ángel pasa y habla a todos los hombres,
y aquéllos que los escuchen
se disponen a preparar la Navidad,
cantando algunas canciones
y encendiendo velas.
Soline y Pierre Lienhard